Para las albóndigas de polenta fritas:
Segunda cocción:
Para las albóndigas, llevar el agua a ebullición en una olla. Salpimentar. Agregar lentamente la polenta batiendo continuamente hasta que espese. Retirar del fuego y agregar el queso parmesano rallado fino. Dejar enfriar. Verter la preparación en una fuente previamente aceitada y esparcir de forma pareja. Llevar a heladera hasta que la polenta enfríe por completo.
Formar bolitas y dejarlas reposar sobre papel absorbente unas horas hasta que suelten el líquido excedente. Pasarlas por abundante pan rallado. Freírlas a temperatura alta hasta que doren, (apenas doren retirar). Disponer las albóndigas sobre papel absorbente y reservar.
Disponer en una sartén el puré de tomate, condimentar. Cocinar unos minutos a fuego medio, agregar la mozzarella, las albóndigas de polenta, las hierbas y dejar unos minutos a fuego muy suave. Servir.